lunes, 19 de diciembre de 2011

navidad

  una dulce navidad

Había una vez un precioso país, situado al Sur, muy al Sur, y al Oeste, muy al Oeste, de Europa; más bien parecía un cruce de caminos, un escalón hacia el Norte, hacia el Sur, hacia el Saliente y hacia Poniente.
         Pues bien, en aquel país había un “Cole”, un colegio más, de tantos y tantos colegios repartidos por sus ciudades y pueblos.
         Las clases venían impartiéndose en sus aulas desde los comienzos del siglo XX. Siempre con toda normalidad; tanta normalidad que a veces se caía en la monotonía. Pasaron los años, los meses, los días, las horas y llegó el siglo XXI.
        A aquel país encrucijada de caminos, empezaron a llegar muchas familias de todos los puntos cardinales. Y con las familias niños y niñas con distintos idiomas, colores y costumbres. Y claro, las aulas de aquel hermoso y vetusto colegio se fueron llenando con aquellos niños y niñas que se unían a los que siempre habían vivido en aquel país.
        Los profesores estaban preocupados. Su labor ahora, se iba haciendo más difícil ante aquella diversidad. ¿Sería un obstáculo en su tarea?.
        Corría el mes de diciembre y como siempre llegaba la Navidad. Los profesores se reunieron en claustro. Allí se plantearían sus temores, sus preocupaciones y sus ganas de hacer las cosas cada vez mejor con aquellos alumnos y alumnas recién llegados. Se leyó el acta del Claustro anterior. Se aprobó. Y cuando iba a comenzar el gran tema que les reunía apareció por la puerta el conserje. Llevaba una gran cesta, de aquellas de Navidad, adornada con un hermoso lazo de color rojo.
        Dentro de la cesta, y colocadas de forma primorosa, un sin fin de frutas: piñas, naranjas, uvas, kakis, mangos, plátanos, lichis, manzanas, arándanos, frambuesas, kiwis, moras, peras, cerezas, papayas, dátiles...
        Se acercó a la gran mesa y dijo: “Miren, aquí les dejo este obsequio que acaban de dejar tres señores muy distinguidos y que no han querido decir su nombre”.
        Los profesores se quedaron gratamente sorprendidos.
        Hubo un silencio y alguien dijo: “Fijaos, todas frutas y todas distintas y qué bonita diversidad de tamaños, formas y colores. No sabría con cuál quedarme. Aunque si, creo que me quedaría con todas.
        Rieron todos la ocurrencia de su compañero.
        Se hizo de nuevo un breve silencio. Se miraron unos a otros, y un mismo pensamiento les unió y animó. Un pensamiento que pareció disiparles los temores, infundiéndoles ánimo y fuerza: “Eso eran sus alumnos y alumnas, un gran cesto de frutas preciosas y diversas que aumentaban su belleza y su valor estando juntas”.
        No escatimarían esfuerzos para lograr su desarrollo como personas iguales, aunque ello entrañara un sin fin de dificultades.
        La fuerza les vino por eso, porque era Navidad, y Navidad siempre ha significado comprensión, tolerancia y amor 
navidad


La Navidad es la celebración del Nacimiento de Cristo; que tuvo lugar en Belén, un pueblo de Palestina, hace aproximadamente dos mil años. Se celebra el 25 de diciembre y cuatro semanas antes tiene lugar el Adviento, es decir, un tiempo de espera y preparación interior.
El mensaje de la Navidad va dirigido a todos los hombres que pueblan el planeta Tierra, pues ya dijo el Ángel que anunció a los pastores el nacimiento del niño Jesús: "Paz a todos los hombres de buena voluntad". Pero realmente tiene un significado mayor para los cristianos, ya sean católicos, protestantes u ortodoxos. Pues son los que creen que el Niño que nace en Belén, es el Hijo de Dios.
Para los cristianos, este tiempo litúrgico supone volver a encontrarnos con el Señor en la humildad de una cuna, en adorar al Rey del Universo en un pobre pesebre, y en pensar en las enseñanzas que se nos transmiten en ese Belén: ahí nadie se reserva nada, todo es sencillez y alegría.
Durante estos días, estamos llamados a una unión fraternal entre nosotros, especialmente en las familias, y a vivir actos de caridad con los más desfavorecidos. Esto no tiene nada que ver con el bombardeo consumista al que nos someten los medios de comunicación.
por la Iglesia católica, la que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembreIglesia anglicana, algunas otras iglesias protestantes y la Iglesia ortodoxa rumana; y el 7 de enero en otras iglesias ortodoxas, ya que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano, para pasar a nuestro calendario actual, llamado gregoriano, del nombre de su reformador, el Papa Gregorio XIII.
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
La celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del Dios-Sol en el solsticio de invierno adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos
Por tanto, para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). La Iglesia cristiana mantiene el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño la Iglesia celebra la Pascua.
 
 

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